El paladar hendido y el labio leporino son defectos congénitos que afectan el labio superior y el paladar. Esto sucede cuando el tejido que comienza a formar el paladar y el labio superior no se unen de manera correcta antes del nacimiento. Este defecto puede conducir a problemas en la alimentación, el habla, en la audición y en el correcto desarrollo de la dentadura.
Dentro de los problemas dentales están: la forma, el número, el tamaño, la posición de los dientes en su etapa temporal y/o permanente; por lo general los dientes que se ven más afectados son los que se encuentran cerca a la hendidura.
¿Cuáles deben ser los cuidados dentales?
Los niños con este defecto necesitan el mismo cuidado rutinario que con los niños que no tienen hendiduras, visitas regulares al dentista, cepillado tres veces al día, uso de la seda dental y enjuague bucal; pero como en los niños con hendiduras se presentan problemas en las encías y la dentadura, se requiere que las visitas al dentista sean más frecuentes y sean con un dentista experto en problemas de paladar hendido y labio leporino.
Los primeros años de vida de los niños con hendiduras son importantes para que los dientes se desarrollen de manera sana, por lo que se requiere que el cepillado sea constante y se mantenga una nutrición adecuada. Cuando comienzan a salir los primeros dientes, el cepillo adecuado para los niños debe ser con cerdas suaves y de un tamaño pequeño; la primera visita que se debe realizar al dentista es antes de que el niño cumpla el año de edad, ya que el dentista podrá observar y/o evaluar el crecimiento de la cara y de la mandíbula; la siguiente visita será cuando el niño cumpla el año de edad. Las visitas más constantes se hacen cuando el niño ya ha cumplido los tres años de edad.
En la adolescencia y después de haber trascurrido por las cirugías para corregir la hendidura, el niño deberá estar en constantes visitas al dentista ya que se debe controlar la posición de la dentadura permanente, esta posición se controla mediante tratamientos de ortodoncia o quirúrgicos dependiendo el caso.
Recuerde que su hijo presentará el mismo problema de caries, sarro y de higiene bucal que cualquier otro niño de su edad, por lo tanto el correcto cepillado y las visitas frecuentes al dentista y al odontopediatra son de gran importancia, para que estos efectúen la vigilancia y el control adecuados, evitando así extracciones que no sean necesarias.
PORQUE UNA HIGIENE DENTAL PUEDE SER LA PUERTA DE ENTRADA AL ÉXITO.